El vuelo de Lena || Sara Ballarín no decepciona

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¿Se puede avanzar hacia el futuro con las cicatrices del pasado? Lena está a punto de descubrirlo. ¿Quieres leer su historia?
Lena tiene veintiséis años y vive junto a su padre, un afamado novelista que pasa la mayor parte del tiempo fuera, y su abuela en una lujosa casa de Madrid. Su vida vacía y gris se divide entre el trabajo en una tienda de discos, salir con sus amigos y acostarse de manera intermitente con Daniel. Pero todo cambia el día en que su padre le hace un regalo que pondrá del revés todo su mundo y que le dará unas alas que nunca se atrevió a tener: un libro con las memorias de su abuela, que esta grabó en los que fueron, sin saberlo, los últimos días de su vida.








OPINIÓN PERSONAL
La primera vez que leí a Sara Ballarín fue con "El cuaderno de Paula" y he de reconocer que me gustó pero tampoco me volvió loca. Después llegó "Contigo en el mundo" con el que me cautivo y ahora "El vuelo de Lena" simplemente es de esos libros que se quedan contigo.
Este libro me llamó la atención desde un principio por su título (yo no soy de leer las sinopsis, me aventuro entre las páginas de los libros sin saber mucho más) y algo me dijo que me iba a gustar. No me equivoqué, apenas llevaba veinte páginas y se me caían las lágrima. 
No os voy a mentir, si nunca os habéis sentido como Lena seguramente este libro no sea para vosotros. O sí. Eso solo lo podréis saber si os embarcáis en esta lectura. Así que vamos allá. 
Lena tiene 26 años, vive con su padre y aunque su vida parece normal, a sus espaldas lleva un gran peso. La vida no se ha portado demasiado bien con ella pero tiene la gran suerte de tener a su padre y a su abuela, la persona más importante de su vida. 
Su vida a pesar de todo, está bien. Trabaja en una tienda de discos, sale con sus amigos de vez en cuando y se acuesta con su amigo Daniel. Todo normal. Hasta que un día todo cambia y Lena se apaga. Su mundo se pone patas arribas y vuelve a tener que aprender a convivir con el dolor. Entonces, su padre le hace un regalo único que cambiará su vida: las memorias de su abuela.
Lo que más me ha gustado de la historia es sin duda, la honestidad con la que Sara Ballarín plasma las emociones. Mentiría si dijese que no me he sentido identificada con Lena a lo largo del libro. A ratos tenía los pelos de punta, a ratos se me caían lágrimas, a ratos se me removían algo por dentro. 
También he de decir que todo lo que he sentido ha venido marcado por una situación personal. Sin embargo, Sara siempre sabe que tecla tocar para transmitir. Es magia. 
A lo largo de las páginas de este libro descubrimos a dos Lenas: la del principio y la del final, que tiene que aprender a conocerse de nuevo y alzar el vuelo. Me ha encantado poder conocer el punto de vista de su abuela. Siempre me toca la fibra sensible conocer cómo vivían los abuelos en sus épocas y mucho más si se hace desde el cariño y desde el respeto como Sara lo ha hecho. Además, destaco que las descripciones me han hecho vivir los paisajes y que ahora me muero por conocer la estación de Canfranc. 


 En definitiva, Sara construye una historia sencilla, fácil de leer y cuyo verdadero protagonista son sus personajes, tan reales como la vida misma. Creo que es imposible no cogerles cariño, no meterse en sus vidas y sobre todo no liberarse de los pesos con Lena y echar a volar. 
Gracias Sara por esta historia, por hacerme querer volar y sobre todo, por guiarme con tu pluma en los momentos adecuados. 
Valoración: 4/5
Con amor, 
Miranda.

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